El próximo 13 de agosto vence el plazo para que todas las empresas adapten su sistema de llamadas a la nueva normativa que obliga a utilizar números prefijos especiales para identificar comunicaciones no deseadas, conocidas como spam.
A partir de esa fecha, quedará prohibido que las compañías utilicen cualquier otro tipo de numeración para realizar llamadas automatizadas o masivas, lo que permitirá a los usuarios reconocer con mayor facilidad si se trata de una comunicación legítima o de una posible estafa.
Objetivo de la norma
La medida, promulgada el 7 de febrero y publicada el 13 del mismo mes, busca que cada llamada sea ordenada, consentida y segura. Según el Gobierno, la meta es facilitar la identificación de las comunicaciones de carácter comercial que sí han sido solicitadas y, al mismo tiempo, alertar sobre las que no.
Para lograrlo, se establecieron dos prefijos únicos:
- 600 → Llamadas comerciales solicitadas.
- 809 → Llamadas no solicitadas.
Cómo interpretar cada prefijo
- Prefijo 809: Si recibes una llamada con este número al inicio, significa que proviene de una entidad con la que no tienes vínculo comercial o financiero y que no has autorizado. Son, por ejemplo, campañas de telemarketing masivo para vender productos que no solicitaste.
- Prefijo 600: Indica que la entidad que llama cuenta con tu autorización previa. Esto ocurre cuando tienes un contrato vigente con un banco, aseguradora o empresa de telecomunicaciones y te ofrecen productos o servicios adicionales.
El Gobierno también advierte: “Si una llamada no tiene ninguno de estos prefijos y desconoces el número, podría tratarse de una estafa”.
Plazos y corrección de la fecha
Aunque inicialmente se informó que la ley entraría en vigor el 7 de agosto, la autoridad rectificó la fecha para el 13 de agosto.
Dado que las empresas contaban con seis meses desde la publicación de la resolución para implementar los prefijos, muchas ya habrían comenzado a operar bajo este sistema desde hace algún tiempo.
Impacto para los usuarios
Esta normativa no solo ayudará a reducir el spam telefónico, sino que también facilitará distinguir entre llamadas comerciales legítimas y fraudes, aportando mayor seguridad y transparencia en las comunicaciones.
En definitiva, a partir del 13 de agosto será más fácil saber quién te está llamando y con qué intención.