En un importante paso hacia una gestión más eficiente del recurso hídrico, el Gobierno de Chile ha puesto en marcha una nueva normativa que permite la reutilización de aguas grises en edificaciones de reciente construcción. Este avance normativo busca reducir el consumo de agua potable a través del aprovechamiento de aguas residuales provenientes de duchas, lavamanos, lavaplatos y lavadoras, excluyendo únicamente las aguas del inodoro.
El anuncio fue realizado por el ministro de Vivienda, Carlos Montes, quien destacó los múltiples beneficios que traerá esta medida, especialmente en un contexto de crisis hídrica. Según explicó el ministro, estas aguas grises podrán destinarse a distintos fines, tales como el riego de áreas verdes, la recarga de estanques de WC y usos industriales, entre otros. Con esta normativa, el país da un paso relevante en su compromiso con el desarrollo sustentable y el uso racional del agua.
Un proyecto pionero en la población Juan Antonio Ríos
Durante su intervención, el ministro Montes visitó la población Juan Antonio Ríos, en donde se ejecuta uno de los primeros proyectos piloto de reutilización de aguas grises. Este innovador plan, financiado principalmente por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del programa Start-up Ciencia, busca demostrar los beneficios prácticos de esta nueva normativa.
El proyecto cuenta con una inversión total de $149.000.000, de los cuales $134.550.000 corresponden a un subsidio de ANID. Gracias a esta inversión, se espera conectar 13 departamentos a un sistema de tratamiento de aguas grises capaz de procesar 2.622 litros diarios. Esta cantidad de agua será reutilizada para el riego de 643 metros cuadrados de áreas verdes, demostrando el enorme potencial de esta tecnología aplicada a viviendas y espacios urbanos.
¿A quiénes aplica la normativa?
Según lo establecido, la normativa será de carácter obligatorio para ciertos tipos de edificaciones, especialmente aquellas de uso público cuya superficie iguale o supere los 5.000 m². Entre los establecimientos incluidos se encuentran hoteles, terminales, colegios, centros comerciales, entre otros, dependiendo también de su carga de ocupación y ubicación.
En el caso de los edificios destinados a viviendas particulares, la implementación de sistemas de reutilización de aguas grises será opcional. No obstante, el Gobierno está impulsando activamente su adopción mediante el desarrollo de proyectos piloto en distintas regiones del país, con el fin de demostrar sus beneficios y fomentar su uso voluntario.
¿Cuánta agua se puede recuperar?
Las aguas grises representan una fuente importante de reutilización. Por ejemplo, se estima que una familia de cuatro personas puede generar diariamente alrededor de 358 litros de aguas grises. Esta cantidad es suficiente para regar 24 m² de césped o para realizar hasta 60 descargas de WC. Esto no solo reduce el consumo de agua potable, sino que también contribuye a disminuir los costos asociados al uso del recurso hídrico en los hogares.
Hacia una cultura del reciclaje del agua
La implementación de esta normativa representa un cambio significativo en la forma en que los chilenos pueden gestionar sus recursos domésticos. Además, pone a Chile a la vanguardia en Latinoamérica en materia de reutilización de aguas residuales en el sector construcción.
Con iniciativas como esta, el país avanza hacia una cultura del reciclaje del agua, promoviendo soluciones tecnológicas e innovadoras que aseguren un uso más inteligente de los recursos naturales. En un escenario de cambio climático y escasez hídrica, este tipo de medidas se vuelve fundamental para garantizar el acceso al agua de forma sostenible para las futuras generaciones.